Qué hacer en Penang en 24 horas.

Cuando nos hablan de Malasia, lo primero que se nos viene a la mente son las enormes Torres Petronas en Kuala Lumpur pero, ¿podrías decirnos otra ciudad malaya?. Si no caéis en ninguna, nosotros os lo decimos: Penang. Aquí os dejamos nuestra experiencia de 24 horas en Penang.

Esta ciudad también se encuentra en Malasia y es un punto de conexión para los viajeros que recorren el sudeste asiático y se encuentran en Tailandia. En nuestro caso, nos encontrábamos en Koh Phangan, en esa isla que se relaciona con la famosa Full Moon Party, pero que bajo nuestro punto de vista no es sólo eso. De hecho, y sin salirnos mucho del tema, es nuestra isla preferida tailandesa y no se si somos muy valientes aventurándonos a decir que también es nuestra isla preferida del mundo por ser la más completa.

Cómo llegamos a Penang.

Si habéis estado ya por la turística Tailandia, conoceréis el modus operandi que ofrecen para viajar. Cualquier punto del país comunica con otro a través de furgoneta, minivan, barco…. Simplemente elige el origen y destino, paga lo que te pidan y ellos te colocaran una pegatina a modo de etiqueta de facturación y sorprendentemente llegarás a tu destino, eso sí quizás 2 o 3 horas más tarde de lo que te comentaron.

Pues eso nos pasó a nosotros, nuestro punto de origen fue la isla de Koh Phangan, y nos facturaron destino a Penang. Es asombroso como, hasta cambiando de país con su paso de frontera correspondiente, se organizan. Comenzamos tomando barco, para después pasar a un bus, cambiar a una van, parando para sellar pasaporte, y continuando hasta nuestro destino. Fueron unas 9 largas horas de viaje a un precio de unos 20€ por persona.

Sólo estuvimos un día en esta ciudad que nos dejó con ganas de más, pero nos gustaría compartir con vosotros los sitios que vimos y que nos dejaron con esta sensación de falta de tiempo.

Nuestro hotel.

Comenzamos comentando que para nuestras 24 horas en Penang elegimos el hotel Neo + Penang . Nos pareció más que correcto relación calidad precio (unos 25€ con desayuno buffet incluido). A Irene le hizo mucha gracia ya que el hotel es una copia del hotel donde trabajaba (o ¿es quizás su hotel una copia de este hotel malayo?) en cuanto a diseño, trato con el cliente, y hasta el recepcionista era una copia del botones del hotel sevillano con uniforme idéntico incluido. También cuenta con piscina en su última planta.

Clima.

Seguimos con las recomendaciones, en Malasia hay dos estaciones, la estación de calor y la de mucho calor. Nosotros estuvimos en Junio y a las 11 de la mañana ya no se podía estar en la calle debido a la alta temperatura, por lo tanto aprovechad bien las primeras y últimas horas del día para la visita y escoged siempre que podáis, un hotel con piscina para las horas centrales del día poder daros un chapuzón.

Gastronomía.

En cuanto a la comida, podréis encontrar de todo tipo en esta ciudad ya que, aún estando en un país musulmán, no tendréis la sensación de estarlo por la mezcla cultural de chinos, indios y malayos. Encontraréis bares de todo tipo y sus conocidos puestos callejeros o street food, pero no podéis iros sin probar el roti, el pan malayo. Son tortitas en distinto formato, dulces o saladas y combinadas con ingredientes varios. Nosotros al estar tan sólo 24 horas en Penang no nos dió tiempo a probar todo lo que hubiésemos deseado.

Graffitis en Penang

Pero si por algo es conocido Penang es por sus graffitis. Debéis dirigiros hasta George Town para hacer una ruta de este tipo de arte, buscarlos y descubrirlos, y hay que tener paciencia por que hay algunos muy bien escondidos. Todo empezó en 2008 cuando esta ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad y se celebró un concurso para embellecer sus calles. Erenest Zacharevic es el autor de los graffitis más famosos de la ciudad. Lo curioso de éstos, es la mezcla entre pintura en la pared intercalada con elementos como columpios, motos, bicis, etc.

En cambio, el escultor Tang Mun Kian fue elegido para realizar las figuras de hierro forjado que no os dejaran indiferentes.

Es probable que para tomarte una foto en alguno de ellos tengas que hacer cola, sobre todo en los más populares de Instagram.

Como consejo si vais buscando el de Bruce Lee Cat (donde Bruce Lee le intenta dar una patada en el aire a un gato), tendréis que andar con mil ojos ya que está muy escondido y muy muy mal conservado. Algo que no entendemos porque es un verdadero atractivo y una obra de arte urbana.

Y sí, en esta ciudad también tenéis graffiti de alas que tan popular es por las redes sociales y una calle con un cielo de paraguas, también trending topic.

Otro sitio de interés.

Encontramos también el templo hindú Sri Mahamariamman bastante curioso, lleno de estatuas coloridas dentro de Little India. Es el más antiguo de la ciudad y tiene más de 200 años de antigüedad. Si tenéis pensado visitarlo, recordad quitaros los zapatos antes de entrar y evitarlo en días festivos, ya que la gente acude en peregrinación para llevar ofrendas.

Con esta ruta grafittera, este templo y los rotis hemos caído enamoramos de esta ciudad. No quiero ni pensar haber pasado una noche más allí ya que probablemente no hubiésemos seguido nuestro camino hasta Indonesia, ¿o sí?